CALIDAD DEL AIRE EN LOS CENTROS DE ESTÉTICA

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CALIDAD DEL AIRE EN LOS CENTROS DE ESTÉTICA

CALIDAD DEL AIRE EN LOS CENTROS DE ESTÉTICA 

Como ya hemos comentado en artículos anteriores de este Ekoblog, la calidad del aire que respiramos es fundamental para nuestra salud y bienestar. Al igual que somos conscientes de la contaminación ambiental en el aire exterior, también debemos prestar especial atención al aire de los espacios de interior, ya que este puede llegar a estar hasta 5 veces más contaminado.

Esta problemática es especialmente sensible en locales y establecimientos donde existe una mayor presencia de sustancias químicas y otros contaminantes (CO2, COVs, etc..) y a lo que hay que sumar una mayor concentración de personas. Es imprescindible, por tanto, tomar las medidas necesarias para asegurar un aire de calidad pero, antes de avanzar con esa respuesta, queremos centrarnos en un sector clave en nuestro día y preguntarnos, ¿Cómo es el aire que se respira en un centro de estética o belleza?

Sector estética y cuidado personal

Todos podemos estar de acuerdo en que los tratamientos estéticos, el cuidado personal y los productos de belleza son perfectos para conseguir los resultados esperados, ya sean para el cuidado del cabello, tratamientos para las uñas, mejora de nuestra piel, o cualquier otra parte de nuestro cuerpo que queremos  cuidar o, simplemente cambiar su estado. Sin embargo, muchos de los tratamientos a los que nos sometemos conllevan el uso de compuestos químicos presentes en estos productos y que pueden acabar deteriorando la salud de aquellas personas que estén en contacto continuo con ellos (trabajadores) así como aquellos que acuden de forma regular a estos centros y recurren a tratamientos de duración prolongada. 

Si nos centramos en los primeros, los trabajadores del sector estético, sin lugar a duda, son uno de los gremios de mayor exposición a ciertas sustancias, que al fin y al cabo son sus herramientas de trabajo diario.

Los agentes químicos de los productos de belleza pueden afectar a través de la vía respiratoria, la vía dérmica o la vía ocular. Por ello, si los establecimientos cuentan con dimensiones muy reducidas y con sistemas de ventilación o extracción del aire deficientes, los efectos de estos químicos en nuestra salud se pueden incrementar ya que permanecerán durante más tiempo en el aire.

Tipologías de contaminantes y condiciones ambientales adversas (humedad, poca ventilación, concentración de CO2)

En cuanto a las sustancias relacionadas con enfermedades respiratorias, podemos resaltar los sensibilizantes respiratorios, sustancias que, al inhalarlas, pueden afectar a las vías respiratorias provocando reacciones alérgicas. Entre los sensibilizantes respiratorios, se pueden resaltar algunos como los persulfatos, sulfatos y bisulfatos de las decoloraciones, la parafenilendiamina de los tintes o incluso el talco.

Por otro lado, hay otras sustancias que pueden provocar enfermedades tan graves como el cáncer, como es el caso de los formaldehídos. Estos se pueden encontrar en productos para el pelo como champús o acondicionadores, pero también en productos para el tratamiento de uñas. En algunos tratamientos para el cabello, como el alisado brasileño o en el uso de queratina se puede liberar también formaldehídos. Las aminas, para finalizar, se pueden encontrar en algunos tintes para el pelo, y pueden provocar también esta grave enfermedad.

Aparte de estos contaminantes, encontramos los compuestos orgánicos volátiles: sustancias químicas tóxicas en presencia de vapores o gases. Estas proceden de diversas fuentes como las lacas, colonias, perfumes... En cuanto a los efectos que pueden producir en las personas, se pueden resaltar problemas en las vías respiratorias, dolor de cabeza, fatigas, reacciones alérgicas o incluso, si la concentración y exposición es elevada, pueden llegar a provocar cáncer.

Siendo conscientes de la presencia de estos tóxicos en los productos de belleza, es recomendable revisar la lista de los componentes o sustancias de los productos utilizados para tomar medidas al respecto. Se debe tener en cuenta que los compuestos aparecen colocados de mayor a menor proporción en el etiquetado del envase, con lo cual, es preferible que, si los productos cuentan con sustancias tóxicas, estas se encuentren al final de la lista.

Aparte de las sustancias tóxicas de los productos, también se debe prestar especial atención a las condiciones ambientales de estos espacios de interior, como son la humedad, la ventilación y las concentraciones de CO2. Para evitar la excesiva humedad o sequedad  ambiental que provoca irritación en la piel o en las mucosas nasales. Se recomienda una humedad relativa del ambiente que oscile entre el 45-60% en verano y 40-50% en invierno. 

Por último, es importante recalcar el efecto del CO2, que si bien no es tóxico en las concentraciones normales a las que solemos enfrentarnos a diario, en grandes concentraciones puede ser perjudicial para las personas. Es importante mantener un nivel de CO2 bajo, ya que cuanto más CO2 hay en un espacio, mayor es la probabilidad de que se propaguen distintos virus, como puede ser el caso del virus de la Covid-19. En este caso, la ventilación es la solución más rápida y efectiva para controlar la concentración de este gas. Una ventilación cruzada óptima asegura un correcto nivel de calidad de aire y es siempre una opción recomendable en cualquier espacio de interior. 

Afecciones a la salud y enfermedades profesionales más comunes en el sector de la estética

Algunas de las enfermedades más comunes que pueden darse en los trabajadores de este sector son:

Rinitis: inflamación de la mucosa de la nariz, dando lugar a síntomas como estornudos, mucosidad, picor o congestión nasal. Puede derivar en problemas crónicos o graves en función del grado de exposición y la duración. 

Asma: Inflamación de las vías respiratorias que provoca dificultad para respirar y, por tanto, sensación de falta de aire y ahogo.

Alveolitis alérgica extrínseca: esta se considera una enfermedad laboral y provoca una sensación parecida a cuando se tiene la gripe ya que se trata de un proceso inflamatorio que afecta a los pulmones.

Además de estas enfermedades, los resultados de un estudio llevado a cabo por el Departamento de Salud Pública de la Universidad de Alicante mostraron que las trabajadoras en el sector de la belleza son más propensas a desarrollar trastornos menstruales o de infertilidad. 

Si bien es cierto que no todos los trabajadores desarrollan estas enfermedades, aquellos que las padecen suele ser por haber estado expuestos de forma continua a sensibilizantes respiratorios, ya sea en pequeñas cantidades durante mucho tiempo o grandes cantidades durante un menor espacio de tiempo.

También puede ocurrir que la continua exposición a estas sustancias tóxicas genere una hipersensibilidad hacia las mismas, haciendo que aparezcan síntomas siempre que estemos en contacto con ellas, por muy pequeña que sea la concentración, como ocurre, por ejemplo, con la sensibilidad química múltiple, como vimos en otro artículo de este Ekoblog.

Para finalizar es también importante destacar una situación que ocurre cada vez con más frecuencia. Los síntomas y las enfermedades derivadas de esta exposición a tóxicos, no siempre aparecen de forma inmediata, puesto que nuestro cuerpo es capaz de asimilar una cierta concentración. Sin embargo esta tolerancia tiene un límite y, en ocasiones, transcurrido un tiempo considerable desde la exposición a las sustancias químicas, se genera la sintomatología y la enfermedad, provocando un problema añadido a la enfermedad en si misma, la dificultad para encontrar la relación entre los síntomas y la exposición a los productos químicos. Esta falta de conexión entre causa y efecto o, mejor dicho,  tipología de tóxicos y enfermedad, provoca en algunas ocasiones que no se actúe en consecuencia.

Covid-19 un nuevo invitado al deterioro de la calidad de aire en espacios de interior

Además, si a la presencia de estas sustancias tóxicas de los productos de belleza le sumamos la situación actual que estamos viviendo causada por la Covid-19, es sin duda necesario tomar las medidas necesarias para ventilar y asegurar la calidad del aire en estos establecimientos. Como ya se ha demostrado, la Covid-19 se puede transmitir a través de pequeñas gotas en suspensión en el aire, conocidas como aerosoles, y que en este tipo de establecimientos pueden viajar y adherirse a otras sustancias permaneciendo en el ambiente durante más tiempo. 

Sello AIR FIRST 

Por todos estos motivos, se hace cada vez más imprescindible contar con soluciones de protección activa y con un control de la calidad del aire en tiempo real que nos permita conocer en cada momento cómo está el ambiente en el local. Una certificación, como es el caso de Air First, ayuda a reducir el riesgo de contagio e igualmente ayuda a eliminar de forma notable la exposición a ciertos tóxicos pero, ¿Qué medidas específicas necesito implementar para asegurar la calidad del aire en estos espacios de trabajo?

Por un lado, podrás mantener tanto a tus empleados como a tus clientes protegidos de los gases tóxicos provenientes de los productos de belleza gracias a sistemas de purificación del aire que se recomiendan en el sello, así como una correcta ventilación del local.

Además, llevar un control exhaustivo de las partículas y contaminantes en el aire, gracias a los sensores de calidad de aire instalados proporcionan una información de vital importancia a la hora de tomar decisiones de mejora. 

Pero, aquí no acaba todo, tenemos una última medida para mejorar la calidad del aire que queremos contaros y que en el próximo artículo de nuestro Ekoblog nos encargaremos de desarrollar. Os damos una pista..

La naturaleza y su capacidad para resolver los problemas generados por la acción del hombre es, siempre, la mejor solución.

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